Muchos polarizan sus opiniones sobre este sistema de aprendizaje, mayoritariamente
las opiniones tienen un fundamento
empírico que la ponderan como un “buen servicio” o “que no sirve”.
Principalmente su razonamiento va en dos sentidos: la escasez de
infraestructura y sobre todo cuestionan la capacidad de los maestros para
enseñar. En el campo de la
formación, puede asegurase que sí, porque la mayor parte de los docentes tenemos
un nivel de estudio a nivel licenciatura. Pero en relación al desempeño
didáctico la contradicción dialéctica puede manifestar abiertamente esta
dualidad. El maestro de telesecundaria tiene una visión más amplia de todas las
asignaturas del plan de estudios, porque se encuentra en relación directa con
él diariamente, no así el maestro de escuelas directas que solamente conoce el
área que enseña, pero es importante considerar las grandes lagunas que existen
en la comprensión y manejo de contenidos de las diferentes áreas de estudio por
parte de los maestros de telesecundaria, así como la limitante de los otros
para lograr una correlación interdisciplinaria. En mi práctica profesional, puedo
decir orgullosamente que no tengo limitantes en cuanto a los contenidos, no así
con la infraestructura tecnológica en mi escuela, pero aun así, he buscado la
mejor manera de aprovechar los recursos que tengo a mi alcance para ejercer una
enseñanza eficaz, de acuerdo a las condiciones de la comunidad, involucrando en este proceso a
las autoridades municipales y a los padres de familia, estimulando a que los
educandos sean quienes busquen el conocimiento. Esto no quiere decir que es
importante la actualización y capacitación permanente de nosotros como
educadores y guías en este sistema.
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